10 de noviembre de 2006

Una experiencia inolvidable El taller de escritura con la Profesora Irene Klein.

En la imagen pueden apreciar a la izquierda a la profesora Irene Klein y en pleno trabajo a mis compañeros! Comparto con uds. imágenes del taller que se desarrolló durante el primer cuatrimestre de 2006 en la biblioteca del Instituto de Lingüística de la UBA.
"Todas estas actividades fueron de alguna manera reabriendo en distintos momentos, esta pregunta sobre el por qué escribo. Una pregunta que quizá tampoco pueda cerrarse definitivamente, pero que de alguna manera intenté ir respondiéndome a lo largo del taller. Un lector una vez me dijo que lee porque no es feliz, que si fuera inmensamente feliz no necesitaría de la literatura. Creo que con el escribir pasa algo parecido, uno escribe porque a veces nos sentimos seres incompletos, y la escritura es una forma de completarse y verse en una especie de espejo de papel. Lo maravilloso de la escritura es que puede ser destruida, y así promover la reinvención. Uno puede escribir para descubrirse o para encubrirse, pero en cualquiera de esas circunstancias, quien escribe, recibe cierto saber de sí mismo, que de otra forma estaría vedado, y es que a través de la escritura uno se da cuenta que puede ser muchas personas a la vez, lo que no nos libra de que en algún momento debamos decidir qué versión es realmente uno. Cuando escribo suele entusiasmarme poderosamente la posibilidad de recrearlo todo de manera infinita, pero indefectiblemente, en ese devenir de la escritura, siempre va a aparecer la pregunta acerca de quiénes somos verdaderamente y a quién le di voz en lo que haya escrito en ese momento. El secreto para seguir escribiendo, -y que el artefacto de la escritura no se desplome-, quizá esté en seguir viendo la vida como un tarot de claves olvidadas[1], y esa mirada no requiere que uno sea un magnífico escritor o un gran inventor, solo me exige que recuerde cómo miraba yo las cosas cuando era niña, aunque la tarea de volver a mirar con ojos inmensos y ávidos no resulte sencilla, recuperar aquella forma de interpelar a todos los objetos del mundo, no es imposible. 1. Cito un pasaje de Rayuela, de Julio Cortázar." Este fragmento del protocolo final relata la escritura como experiencia personal, aquella que tuve la oportunidad de disfrutar junto a compañeros con los que formamos un grupo muy estimulante. Mi agradecimiento por los momentos compartidos y el compromiso puesto en la tarea de escribir a: Andrea Duerto, Omar Argañaraz, Adriana Adem, Bibiana Quijano, Marcela Terry y Vilma!

No hay comentarios.:

El por qué de nuestro nombre

...este blog lleva su nombre en honor a la obra de un escritor marplatense Juan Carlos García Reig. En días de miércoles, homenajeamos a todos aquellos escritores que han encontrado su lugar más alla de los textos canónicos. Un lugar para pensar en la escritura y la lectura como formas de explorar lo ilimitado de la mente humana. Parece ambicioso y por momentos lo es...